El patio del colegio está, tradicionalmente, colonizado por los juegos de pelota con los niños invadiendo la mayor parte del espacio y relegando a las chicas a un papel secundario. El balón se convierte en un medio de discriminación entre clases, entre quienes les gusta el fútbol (y dentro de éstos entre quienes juegan bien y quienes no lo hacen tan bien) y quienes no les gusta.
Desde IN.SER.URBANA se están promocionando estructuras de juego de redes y trepas que contribuyen a fomentar un juego más inclusivo. Este tipo de conjuntos harán las delicias tanto de niños y niñas creando un juego más cooperativo y social.
Un ejemplo de ello es la estructura que aparece en las imágenes que ha sido instalada esta semana en un centro de enseñanza de la provincia de Valencia.